jueves, 7 de mayo de 2020

ETICA Y VALORES GRADO 8° TALLER 4 - HERNANDO WIESNER

APRENDE EN CASA  

IED MANUELITA SAENZ

ÁREA ETICA Y VALORES  GRADO OCTAVO
PROFESOR HERNANDO WIESNER (herwia@hotmail.com o classroom de google
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TALLER 4

La adolescencia, una aventura de emociones

La adolescencia es la etapa de la vida que sigue a la niñez y abarca desde el inicio de la pubertad, a los 12 años, hasta cuándo se ha alcanzado la madurez biológica, alrededor de los 19 años de edad. En otras palabras, la adolescencia constituye la transición entre el niño y el adulto.
Luego de pasar por la adolescencia, los adultos jóvenes expresan que entrar en ella es realmente como iniciar una aventura, que tiene momentos bellos, intensos, así como momentos difíciles, de incertidumbre y mucho temor. Es una aventura, porque el adolescente comienza a caminar solo, un poco más lejos de sus padres y de su casa.
Cuando se llega a la adolescencia, parece que todo cambia; la forma de sentir, todo adquiere mayor importancia, la manera como los adolescentes se juzgan a sí mismos y a los demás, es distinta, así como la forma de relacionarse con sus amigos, padres, hermanos y con el mundo en general.
Es una etapa llena de sentimientos encontrados, por un lado de satisfacción, pues sienten que han crecido y pueden ser independientes, y por otro, también de inseguridad y temor frente a esa realidad.
En medio de tantos cambios, conocer los sentimientos de los adolescentes no es una tarea sencilla; por lo general se muestran rebeldes, deciden no hablar mucho de sí mismos ni de sus asuntos y mantener distancia de sus padres, a quienes generalmente sorprende y asusta esta nueva actitud de sus hijos. Cuando los niños crecen y alcanzan
la adolescencia y la juventud, se pone a prueba su inteligencia emocional, porque las relaciones entre los miembros de la familia comienzan a estar mediadas por la  crítica. Los jóvenes tienen nuevas habilidades intelectuales. Antes veían a sus padres como superhéroes y querían ser como   ellos cuando se hicieran grandes; ahora los ven como seres humanos comunes, con los que resulta difícil hablar, entenderse y que los entiendan; se dan cuenta de que se equivocan y cometen errores.
Muchos jóvenes se vuelven silenciosos en el ámbito familiar y poco dispuestos a cooperar en las tareas del hogar; sus padres comienzan a criticar y a sancionar esa conducta, por lo que algunos manifiestan que no son queridos ni comprendidos.
Ahora tienen la necesidad de separarse de sus familiares, sentirse ellos mismos; generalmente, pasan más tiempo con sus amistades e inician noviazgos; pero en los momentos en que aparecen sentimientos de temor o fragilidad, de impaciencia, ira o cuando enfrentan problemas de difícil solución, vuelven la mirada a sus padres, familiares y adultos, en quienes creen que pueden confiar.

Entendemos por…
Inteligencia emocional, la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. La inteligencia emocional contribuye al autocontrol, al manejo de la ira; permite actuar de manera positiva ante los contratiempos y favorece las buenas relaciones

Piensa ética-mente

Los sentimientos son naturales. Están ahí, dentro de cada cual. Son experiencias personales. Es normal, útil y aceptable sentir una emoción, cualquiera que sea: agradable o desagradable. Todos los sentimientos y emociones son válidos, y son las conductas de las personas frente a ellos las que pueden ser consideradas como aceptables o no.
1. Seguramente alguna vez habrás experimentado miedo, tristeza, rabia, o deseo, amor y alegría.

Elabora una definición para cada uno de estos sentimientos.

• Describe cómo te sientes cuando los experimentas.

2. Señala en el siguiente cuadro, los aspectos positivos y negativos de los sentimientos que se citan.

Sentimientos
Positivos
Negativos
Miedo


Tristeza


Felicidad


Amor


Rabia



Educar los sentimientos mejora las relaciones interpersonales

Las personas se preguntan qué es lo que determina que algunos individuos independientemente de su cultura, estrato social o historia personal, reaccionen frente a problemas o desafíos de manera inteligente, creativa y conciliadora.
También por qué algunas personas tienen más desarrollada que otras, una habilidad especial que les permite relacionarse bien con otros, aunque no sean las que más se destacan por su inteligencia. ¿Por qué unos son más capaces que otros para enfrentar dificultades o superar obstáculos, y ver los problemas de la vida de un modo tan distinto?
La respuesta a estos interrogantes está en la habilidad que estas personas han desarrollado para conocer y manejar sus propios sentimientos, capacidad para analizar y enfrentar los sentimientos de los demás, sentirse satisfechos con sus logros, sin dejar de tener aspiraciones nuevas y ser eficaces y productivos en la vida. En síntesis, esto es lo que los estudiosos han llamado la inteligencia emocional.
Otras habilidades que caracterizan la inteligencia emocional son la suficiente motivación y persistencia en los proyectos, resistencia a las frustraciones, el control de los impulsos y la regulación del humor. Los seres humanos están dotados de inteligencia racional e inteligencia emocional; la primera tiene una fuerte carga genética, es decir, está más influenciada por la herencia y por tanto es menos modificable. En cambio, la inteligencia emocional estaría más influenciada por el ambiente familiar y social en el que crecen las personas y por tanto es susceptible de ser modificada, tanto por nuestra propia voluntad como por agentes externos. El primer paso para educar los sentimientos consiste en reconocerlos, para controlarlos, manejarlos y solucionar la situación que los provoca. El sentimiento no tiene por qué ser una expresión de cursilería, blandengue y azucarada; se trata de una poderosa realidad humana que es preciso educar, pues son los sentimientos los que con más fuerza impulsan a los jóvenes a actuar. Pensar con inteligencia sobre la vida emocional, ayuda a solucionar eficazmente los problemas y a mejorar la vida afectiva. En este proceso de educación de los sentimientos y las emociones, la familia y la institución educativa como segundo agente formador, juegan un papel fundamental. Se ha demostrado que los niños y jóvenes con una educación emocional positiva, muestran mayor capacidad intelectual. La falta de control de las emociones puede desbordar
la razón y llevarlos a actuar de manera irracional, adoptando comportamientos violentos y de ira no controlada, a tener miedo de relacionarse con otros y finalmente al fracaso personal. Aprender a manejar los sentimientos y las emociones, no significa reprimirlos. Significa analizar su conveniencia y adecuar su expresión.

Secundaria Activa // Ministerio de Educación Nacional
Piensa ética-mente

Tu conducta o la de tus amigos son un indicador de cómo se están sintiendo.
Piensa si tú o tus amigos han vivido situaciones como las que se describen a continuación y analiza sus posibles causas.

¿Cómo reaccionaron tus padres?

¿De qué manera se vieron afectadas las relaciones consigo mismo y con los demás?

• Estás cansado sin ninguna razón que lo justifique.

• Te sientes enojado y respondes con agresividad.

• No quieres hacer nada.

• Tus padres y familiares te preguntan con frecuencia por qué estás triste o enojado.

• Estás sudando sin motivo aparente.

• Tienes las manos más frías que de costumbre y no está haciendo frío.

• Todo te hace llorar, incluso las películas.

• No quieres hablar con nadie.

• Gritaste al maestro que más aprecias.

• Te disgustaste con tus amigos.

Aprendiendo con...
Jaime Jaramillo, o “papá Jaramillo”

 como lo llaman cariñosamente los niños, es un ingeniero geofísico y de petróleos colombiano, que ha dedica  gran parte de su vida a la rehabilitación de los niños habitantes de la calle, a través de la Fundación Niños de los Andes, que tiene su sede principal en Bogotá, D.C.
Jaime Jaramillo en su libro Te amo... pero soy feliz sin ti, sostiene que debemos evitar dos grandes enemigos: los apegos y el miedo. Según él, la mayoría de nosotros vivimos inconscientes y dormidos, pero no lo sabemos.
Por ello creemos que el apego es algo natural con lo que nacemos, sin entender que es creado por la mente, se nutre del miedo y es responsable de buena parte de nuestros dolores y sufrimientos.
Por eso cuando depositamos la felicidad en manos de nuestros seres queridos o de los objetos materiales, si en un momento dado desaparecen o amenazan con hacerlo, sentimos miedo y un gran vacío interior.
Al respecto, Jaramillo sugiere aprender a conocer nuestras emociones y evitar aquellas que nos puedan dañar, con la ayuda de la meditación, imaginando esas realidades que deseamos y sirviendo a los demás, sin permitir que nada perturbe nuestra tranquilidad, y sin quedarse en el dolor o el sentimiento negativo.

La inteligencia emocional y la convivencia


La característica fundamental de los seres humanos es la de vivir en sociedad. Por esta razón, todos están llamados a aprender a relacionarse y a disfrutar del hecho de pertenecer a una familia, a un grupo o a una comunidad. Aprender social-mente significa jugar, compartir y valorar la amistad; pero también trabajar en equipo y emprender proyectos que mejoren las condiciones de vida propias, de la comunidad, de la vereda, y por qué no, del municipio y del país.
Por ello es necesario saber escuchar, reconocer y respetar los aportes de cada uno de los miembros del grupo; no ser impositivos, aprender a negociar, buscar salidas dialogadas a los desacuerdos y ser cooperativos, estando prestos a ayudar en el momento en que se requiere.
Crear un buen clima en la relación con los demás, propiciando la aceptación en los grupos y comunidades, supone aprender a ser sensibles a las señales de amor y de amistad, poniéndose en el lugar de los otros y sabiendo reconocer sus emociones, con la idea de que ellos puedan expresar lo que quieren y lo que necesitan.
Un adecuado manejo de los sentimientos y de las emociones, favorece la comunicación y el encuentro, y en consecuencia, la sana convivencia y el desarrollo de habilidades verbales como saludar, despedirse, presentarse, solicitar favores, preguntar y pedir ayuda. También formular y responder quejas, aceptar críticas, saber hacer elogios y hablar bien de los demás, agradecer o presentar disculpas, y no verbales como expresar afecto y alegría, saber aproximarse al grupo y observar; imitar, sonreír y establecer un adecuado contacto visual.
Algunos jóvenes suelen dar respuestas emocionales rápidas y a veces no controladas a los estímulos, afectando de manera negativa su relación con los demás. Una respuesta agresiva e infortunada, puede generar situaciones de conflicto que ponen en riesgo la propia vida, la de otros y la paz de la institución educativa o la comunidad, desencadenando verdaderas crisis de convivencia.

Aplicación

La inteligencia emocional y la convivencia

Otros, ante un desacuerdo con sus padres y familiares, incluso llegan a abandonar su casa y sus estudios.
Llama la atención que los jóvenes, en medio del conflicto propio de su proceso de maduración y adaptación emocional, sean, en teoría, de los ciudadanos mejor adaptados para convivir, dada su aceptación de lo nuevo. Dentro de este criterio también se encuentra la alimentación, la moda, la ideología y la tecnología.
Adicionalmente, son los jóvenes quienes suelen relacionarse con mayor facilidad, hacer amigos, y si para algunos no es fácil el contacto personal con los otros, acuden al excelente manejo que tienen de las tecnologías, de la informática y la comunicación, para hacer amigos a distancia, aspecto que no es garantía suficiente para desarrollar los valores propios de la convivencia.
Actualmente, la juventud ocupa un lugar de primerísima importancia. Su poder e influencia es mucho mayor hoy que hace unos años; los jóvenes representan, sin duda alguna, un sector sobresaliente dentro de las comunidades, pues en medio de su proceso de maduración biológica y psicológica, gozan de gran disponibilidad, decisión y vitalidad, para mejorar sus condiciones de vida y la de los suyos.

1.       El ser humano alberga en sí mismo las más diversas emociones, las cuales expresa de manera diferente. Algunas favorecen tus relaciones con la familia, otras no.

Actúa ética-mente.

Desarrolla  la siguiente actividad.

Califica de 1 a 4 los sentimientos que se mencionan a continuación, de acuerdo con la frecuencia con que los experimentes.
Ira                                                                 Amor
Tristeza                                                        Miedo
Odio                                                              Alegría

Responde las siguientes preguntas teniendo en cuenta los resultados obtenidos después de calificar tus sentimientos.

• ¿Qué te produce ira? ¿Cómo la controlas?

• ¿Qué te inspira sentimientos de amor? ¿Cómo lo expresas?

• ¿Qué te ocasiona miedo? ¿Cómo lo controlas?

• ¿Qué te hace sentir odio? ¿Cómo lo desechas?

Ahora, haz las mismas preguntas a tus padres y compartan sus respuestas.

Expresa tu opinión acerca de la siguiente frase de Stefan Klein:

Las personas felices son más creativas... Resuelven los problemas mejor y en menos tiempo...La alegría mejora las facultades mentales.



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