Ciencias
Sociales
Grado 9
Plazo de entrega: 22 de mayo
LA II GUERRA MUNDIAL
(Adaptado de
Saladehistoriacl.files.wordpress)
La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) ha sido uno de los
conflictos más cruentos en los que se ha visto involucrada la humanidad. En
esta guerra no solo perdieron la vida cerca de 60 millones personas, sino que
gran parte fueron víctimas civiles: niños y niñas, hombres y mujeres, jóvenes y
ancianos, que murieron en bombardeos a ciudades, o bien, fueron exterminados en
campos de concentración. Para muchos historiadores, el término de la Primera
Guerra Mundial fue en realidad el inicio de la Segunda, ya que con el Tratado
de Versalles, en 1919, no lograron resolverse equitativamente los problemas
entre las diferentes potencias, generándose incluso nuevos conflictos. Por un
lado, el Tratado de Versalles provocó un gran resentimiento y descontento en
Alemania, por la obligación de pagar indemnizaciones de guerra que superaban
absolutamente sus posibilidades económicas. Por su parte, los italianos se
sentían defraudados al no ser beneficiados con territorios que esperaban
recibir. En ambos países se inició un fuerte nacionalismo, acentuado por la
compleja situación económica derivada de la crisis del capitalismo mundial,
todo lo cual culminó con la llegada de gobiernos totalitarios al poder. En este
contexto, Alemania, Italia y Japón iniciaron una agresiva política
expansionista en Europa y Asia, ante lo cual los países europeos se mostraron
expectantes. Francia e Inglaterra miraban con recelo a Alemania, pero su
anticomunismo ofrecía un contrapeso al avance de la URSS. La Sociedad de
Naciones se mostró incapaz de detener a las potencias expansionistas, que terminaron
retirándose del organismo internacional.
Hitler anexó Austria en 1938, en medio del delirio de la
mayoría de la población que en un plebiscito ratificó la unión. Luego fue
Checoslovaquia que en gran parte había pertenecido a Alemania hasta la Primera
Guerra Mundial. Por su parte Italia había conquistado Etiopía en África y
Albania en Europa, y el Japón hacía lo propio con Manchuria e iniciaba la
invasión de China. Estas tres potencias se unieron en un pacto, llamado Eje
Roma-Berlín-Tokio. Esto acentuó la enemistad entre EE.UU. y Japón, por sus respectivas
ambiciones colonialistas en el Pacífico y el Lejano Oriente. El Pacto de No Agresión entre Alemania y la
Unión Soviética (agosto de 1939) sorprendió al mundo, pues dos potencias de
ideologías contrarias y enemigas acordaron abstenerse de toda guerra y de
integrar bloques contrarios a una u otra nación. Además, por una cláusula
secreta acordaron distribuirse las regiones de Polonia que les habían
pertenecido hasta el término de la 1ª Guerra. Con esta alianza, Gran Bretaña y
Francia quedaron sin el apoyo de Rusia y Alemania libre para continuar su
expansión territorial. Garantizada la neutralidad rusa, Alemania procedió a
invadir Polonia, ante lo cual Gran Bretaña y Francia declararon la guerra a
Alemania. Italia por su pacto con Alemania entró al lado de ésta. Así cuando
Alemania invadió Polonia el 1 de septiembre de 1939, las tropas soviéticas
entraron en el país, estableciéndose la mutua frontera en el río Bug.
El ejército alemán ocupó rápidamente toda Polonia, que
desapareció repartida entre Alemania y la URSS, la que aprovechó de ocupar las
Repúblicas Bálticas (Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania) que habían
pertenecido al Imperio Ruso. Luego Alemania ocupó Dinamarca y Noruega (abril de
1940) y al mes siguiente Holanda, Bélgica y Luxemburgo, para caer luego sobre
Francia. Un nuevo gobierno – de Vichy-, formado por el anciano mariscal Petain
(héroe de la Primera Guerra Mundial), firmó el armisticio con Alemania (22 de
mayo). Muchos franceses rehusaron someterse y lucharon clandestinamente en suelo
patrio –los llamados maquis- o se unieron al general Charles De Gaulle, quien
organizó en Gran Bretaña los grupos de resistencia de la “Francia Libre”. Gran
Bretaña, sola frente a Alemania, resistió heroicamente bombardeos diarios de la
aviación alemana y de los largos cañones que desde el continente arrojaban
bombas V-2. El primer ministro Winston Churchill mantuvo unido al pueblo en
aquel período, quizás el más difícil de la historia inglesa, en el que sólo
hubo “sangre, sudor y lágrimas”.
El 7 de diciembre de 1941, Japón atacó la base
norteamericana de Pearl Harbor. El sorpresivo ataque indignó a la opinión
pública norteamericana; el Congreso de los Estados Unidos declaró que existía
un estado de guerra contra el Japón. Gran Bretaña también le declaró la guerra.
El conflicto ya era mundial. Los japoneses ocuparon las colonias británicas,
francesas, holandesas y norteamericanas en el Pacífico. Con extraordinario
armamento y sorpresivos ataques, se adueñaron del archipiélago de Indonesia, la
Indochina francesa, Tailandia y las colonias inglesas de Birmania y Malaca, así
como las Filipinas, Guam y otras islas norteamericanas. Hacia mediados de 1942,
la expansión japonesa llegaba hasta la mitad del Pacífico y amenazaba tomar a
Australia.
Japón prosiguió la lucha. Desde 1943, la expansión
japonesa había sido frenada en el Pacífico; los aliados, dirigidos por el
norteamericano Douglas Mac Arthur, recuperaron las Filipinas y otras islas,
mientras los ingleses hacían retroceder a los nipones en Birmania. Pero la
guerra parecía interminable, al pretender “saltar de isla en isla” hasta el
corazón de Japón y la declaración de guerra de la Unión Soviética al Japón, no
gustaba a los otros aliados. Para abreviar el conflicto, el Presidente de EE.UU.
decidió arrojar la bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima (6 de agosto de
1945) y destruyó tres cuartas partes de las edificaciones. De modo inmediato, a
consecuencia de la explosión nuclear, pereció un cuarto de la población de la
ciudad. Tres días más tarde fue arrojada otra sobre Nagasaki. Ante ello Japón
se rindió y sus islas fueron ocupadas.
En febrero de 1945, próxima a finalizar la guerra, se
reunieron el presidente norteamericano Roosevelt, el primer ministro británico
Churchill y el primer ministro soviético Stalin en la ciudad rusa de Yalta.
Allí, “los tres grandes” acordaron dividir a Alemania, liquidar el nazifascismo
y crear un organismo internacional para evitar futuras guerras. Cuando terminó
la guerra con Alemania, se reunieron Stalin, el Presidente Truman (sucesor de
Roosevelt, quien había fallecido) y el nuevo primer ministro inglés Attlee en
la ciudad alemana de Postdam, para acordar la forma de vencer totalmente al
Japón y sobre la reestructuración de Europa. Como resultado de dichos acuerdos,
los vencidos perdieron territorios: Alemania quedo reducida y dividida en
cuatro zonas de ocupación entre norteamericanos, ingleses, franceses y rusos.
La capital, Berlín, fue igualmente dividida entre los cuatro vencedores. Italia
perdió porciones limítrofes de su territorio y todas sus colonias. Japón fue
despojado de todo lo conquistado durante la guerra y también de Manchuria y
Corea. Algunas de sus islas fueron entregadas a la Unión Soviética. La más
beneficiada de las vencedoras fue la Unión Soviética, que obtuvo el
reconocimiento de los países bálticos ocupados, parte de Rumania y el este de
Polonia, país que a su vez obtuvo regiones de Alemania.
ACTIVIDAD
1.
El anterior marco Teórico de la II Guerra
mundial, está expuesto en 6 párrafos, realice un resumen de cada uno de los
párrafos, en una frase. (deben haber 6 frases en este punto)
2.
Explique ¿Qué son las víctimas civiles de un
conflicto?
3.
Por qué crees que teniendo tanto poder, y
logrado una expansión como la consiguió Alemania durante el desarrollo de la II
guerra mundial, ¿por qué pierde Alemania el conflicto armado?
4.
Consulte la biografía de Hitler, Winston
Churchill, José Stalin y Franklin Delano Rooslvelt
5.
Elabore una caricatura o dibujo que
represente el conflicto armando de la II guerra mundial.
Nota: Tenga en cuenta que para el siguiente encuentro
virtual, hablaremos de “los campos de concentración” y los “misterios que
rodean la II guerra mundial”. Consulte sobre el tema para que pueda participar
activamente.
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